Llevas ya más de 16 años de casada y te has dado cuenta que cuando quieres hablar con tu esposo de alguna situación del trabajo o problemática de tu familia, no te sientes escuchada. Que en lugar de satisfacer tu necesidad de ser escuchada, encuentras oídos sordos o simplemente, te observa y te da una solución práctica y rápida a lo que le contaste.
Lo que te lleva a experimentar una soledad a pesar de la compañía.
¡Qué desesperación! Entonces, ¿cómo puedo hablar para que me oiga? Porque ahora ni si quiera quieres contarle a tu esposo los sentimientos que traes.
Quieres ser escuchada, lo mismo le sucede a la mayoría de los matrimonios. Matrimonios que no han desarrollado una actitud de saber escuchar para ser escuchados.
Sin embargo, la buena noticia, es que se puede aprender esa actitud de escucha en la pareja y con las personas con las que más interactuamos. En el siguiente artículo encontrarás cómo hablar para que te escuchen y cómo desarrollar una actitud de una escucha activa.
Cómo hablar para ser escuchado
Primero, debo tener claro que es para mí ser escuchada, y también qué y para qué quiero comunicarlo.
En ocasiones, cuando por fin tenemos la atención de la otra persona, nos quedamos sorprendidas y es entonces que nos damos cuenta que no sé lo que quiero decir, no tengo claro mis sentimientos o mis ideas.
Toma un tiempo para ver dentro de ti, qué quieres lograr con tu comunicación.
Segundo, utiliza la comunicación asertiva, esto es el “cómo” para ser escuchada.
La característica de ser asertiva, es saber decir lo que pienso, siento o deseo, sin lastimar al otro y responsabilizándome de lo que expreso, utilizando “yo creo, yo pienso, yo siento”….según sea el caso.
Tercero, práctica con anticipación, para que primero te escuches y saber si cumple con la necesidad de ser escuchada de esa manera.
También, tendrás una idea de la respuesta de la otra persona, lo cual te ayudará a clarificar tu qué y para qué de lo que comunicas.
Cuarto, el lenguaje corporal es de suma importancia, ya que debe ser congruente con lo que dices. Es decir, si quieres ser escuchada, tu postura debe ser relajada, sin cruzar tus brazos, mirando a los ojos, con una postura de recepción.
Escuchar y ser escuchado
Todos tenemos la necesidad de ser escuchados porque nuestra naturaleza es esa, ya que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios.
Para tener lo que pedimos, en la mayoría de los casos, tenemos que hacer cambio de actitudes y de formas de pensar.
Ya que cuando nos casamos esperamos que la otra persona satisfaga nuestros deseos o necesidades, sin darnos cuenta que no lo llevamos a cabo, es decir, que sentados esperamos que nos den, cuando yo no lo estoy haciendo.
Jesucristo en una de sus enseñanzas, dijo:
“Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.”
Tú quizá estas resentida con tu esposo porque sientes que no te escucha, ya cerraste tu corazón para con él, y tu creencia acerca de él ya no te permite tampoco escucharlo.
Abriéndose una brecha de comunicación profunda entre ustedes; lo anterior pudiéndolo llevar hacia quienes te rodean, amigas, hijo(a)s y compañeros de trabajo. Ya no hay el escuchar y ser escuchado.
Pero, para tender un puente de comunicación aplicas el principio del que habló Cristo “dad y se os dará” es decir, “escucha activamente, para ser escuchado”.
Escuchar activamente significa, tener la disposición de atender a lo corporal, a los gestos, la mirada, el tono de voz que usa, y así dar una respuesta, cerciorándonos de que le entendimos.
Porqué es importante ser escuchado
Porque llena una de nuestras necesidades profundas, al ser escuchada por lo tanto atendida, mis ideas se ordenan, me da seguridad en mí, me dice que soy valiosa, valida mis pensamientos y sentimientos, siento que existo, soy tomada en cuenta.
Por eso es importante ser escuchada, no esta mal tener ese deseo y pedirle a mi esposo que nuestra comunicación se mejore. El asunto es, ya que me di cuenta que tengo esa necesidad que aún no ha sido atendida, qué he hecho para encontrar una solución.
Conclusión
En pocas palabras, para ser más escuchada, debo saber qué y para qué comunico, practicar mi mensaje para que llegue al otro, yo ser una escucha activa para recibir lo mismo, y buscar ayuda con un profesional en caso de que no encuentre la forma adecuada a pesar de los intentos de mejorar la comunicación.
Claro que es importante ser escuchado, por eso debemos tener las herramientas necesarias para aplicarlas en la relación con tu esposo y con los que convives cotidianamente.
De esa manera, tu frustración será menor y ya no experimentaras con igual intensidad esa soledad a pesar de estar casada tantos años.
En la historia de Israel se narra cuando Dios elimina a las ciudades de Sodoma y Gomorra, y cómo Abraham, habla con Dios para interceder por los habitantes de esas ciudades, y dice “Y Abraham replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza”, algo así como, ya que aprendí a comunicarme contigo mi Señor, deja te pido algo.
Practicando la escucha activa hacia nosotros y hacia los demás, se puede lograr el ser más escuchada.
Y si te faltan herramientas, búscalas a través de un profesional.
En VenSer, nuestra misión es ayudarte a obtener dicho conocimiento.
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