Hoy en día no solo no se habla de la fragilidad de la mujer, sino que además existe un rechazo total hacia este concepto ya que se considera opuesto al empoderamiento femenino y por lo tanto degradante.
Sin embargo, se nos ha olvidado que la fragilidad es una característica inherente de la mujer.
Existen varios autores que afirman que hay una diferencia no solo física sino cerebral entre el hombre y la mujer, por mencionar uno de ellos, la doctora Natalia López Moratalla explica en su libro “cerebro de mujer y cerebro de varón” que las mujeres tienen muchas más conexiones en regiones cerebrales que asumen tareas emocionales y racionales.
Las mujeres presentan más desarrollado el hemisferio cerebral derecho que se encarga del control de la vida emocional, lo que puede explicar de nuevo esa evidente mayor emotividad femenina.
A su vez, también tienen mayor habilidad en la comunicación verbal, mayor empatía o capacidad de ponerse en el lugar de los demás, cuentan un once por ciento de neuronas dedicadas a la memoria emocional.
Al mostrar tu fragilidad no estás mostrando debilidad si no tu esencia, es necesario cambiar “el chip” de verlo como un defecto a verlo como una fortaleza.
A continuación, encontraras algunas razones por las que vale la pena mostrar tu fragilidad.
Te encuentras a ti misma
Fragilidad es preocupación, angustia, miedo, temor, tristeza, soledad, cansancio; sentimientos que experimentas frecuentemente:
Cuando tu esposo le dedica mas tiempo a otras cosas antes que a ti.
Cuando tu hija pasa demasiado tiempo en su celular.
Cuando tu hijo reprobó un examen o no entrega tareas.
Cuando te pidieron permiso para ir a una fiesta con personas que consideras “Mala influencia”
Cuando nadie se quiere involucrar en los quehaceres del hogar.
Cuando tu esposo está a punto de perder su trabajo.
Cuando tu hijo, en vez de estar en su clase en línea está en los videojuegos.
Al darte cuenta que no hay vergüenza en sentirte triste, preocupada o angustiada no tienes que alzar mas la bandera de autorizad y fuerza, no tienes que cargar con el peso de poder tú sola y te liberas de aquello que no eres, entonces tu alma encuentra descanso.
El contactar con esa fragilidad dentro de ti te permitirá ser más consciente de tus sentimientos, no significa que te debas quedar atrapada en lo que sientes, significa que al darte cuenta de ello podrás expresarlo y pedir ayuda.
Reconocer tu fragilidad te permitirá reencontrarte con tu femineidad.
Mejoran tus relaciones
Cuando quieres controlar a los demás o quieres dirigirlos y no se cumplen tus expectativas te frustras y generas conflicto.
Imagina que estás muy molesta con tu esposo y le reclamas porque dedica más tiempo a las redes sociales que a ti.
La motivación inicial de ese enojo puede ser una tristeza muy profunda por la manera en la que interpretas la situación (Pensar que “no eres más importante para él que las redes sociales” o que “tiene a alguien más”) pero los demás no saben lo que ocurre en el interior de tu corazón.
En Proverbios 15:1 dice:
La respuesta apacible desvía el enojo, pero las palabras ásperas encienden los ánimos.
Mostrar tu fragilidad trae el beneficio de mejor tus relaciones, ya que evitas controlar y te enfocas solo en ti, expresas como te sientes realmente; triste, sola o celosa ya que el tiempo que te corresponde a ti se lo está dando a otras cosas.
Es necesario que lo digas, que expreses ese sentimiento de fragilidad, la otra persona no se sentirá atacada y no verá la necesidad de defenderse.
Recibes protección
Una leona feroz no necesitará nunca ser cuidada, pero todos quieren proteger lo frágil y bello.
Cuando te muestras con mucha autoridad las personas de tu alrededor querrán protegerse de ti, queda claro que puedes tu sola y no hay necesidad de cuidarte;
pero cuando les muestras tu corazón y todo lo que hay en él, sean dolores, angustias e incluso tu soledad, ellos querrán cuidarte y protegerte, hacerte sentir segura y que están ahí para ti.
Disfrutas tu rol como mujer
Una vez que te liberas de toda esa carga, te encuentras con tu femineidad y expresas lo que verdaderamente sientes, todo ese tiempo que dedicabas a controlar, dirigir, ordenar o a mandar y te generaban frustración o impotencia, queda libre para ti y te permitirás disfrutar mas como mujer, como mamá y como esposa. Las cosas salen mejor cuando estás tranquila, toda la dinámica familiar resulta impactada por tu cambio.
Conclusión:
Fragilidad también es delicadeza, ternura y hermosura no podemos pedir que se nos trate como una copa fina y delicada si nos mostramos como un vaso metálico, rígido y resistente al que aparentemente no le afectan los golpes y las caídas pero que con el paso del tiempo el desgaste es evidente. No hablamos del aspecto físico solamente sino a lo que pasa en el interior.
La fragilidad no es un defecto sino una herramienta que te permitirá desarrollar un espíritu afable y apacible para hacer frente de manera sabia a cualquier problema que surja a tu alrededor. No es algo que pueda lograrse de la noche a la mañana sin embargo los frutos de este cambio serán de beneficio para cada integrante de la familia.
Si deseas saber como desarrollar esa fragilidad en ti, déjanos tus datos para enviarte más escritos relacionados con el tema y acompañarte en tu proceso.
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